lunes, 25 de mayo de 2009

La inspiración.

Siguiendo con esta serie de prácticas diarias del difícil ejercicio de la imaginación, y por supuesto lo espléndido que sería poder empezar a ejercer cierto control sobre ella.
Quiero decir, no que ella venga y se vaya cuando se le dé la gana, sino que venga y no se vaya en los momentos en que verdaderamente la necesito.
Por que se muy bien que una vez que ella llegue me ayudará en la descarga de las culebrinas, ya a esta altura humeantes apuntando a la pantalla.
Una vez que ella esté acá será para mí de gran utilidad su aura de invencibilidad, su contagio impulsivo de ideas alocadas, de explosión sin control.
Ojala llegue pronto y amparada en la oscuridad de mi entorno, tome posesión de mi razonamiento, imprimiendole ese giro adecuado y necesario de espontaneidad.

jueves, 14 de mayo de 2009

Desplazarse.

A medida que me alejaba,
La sensación retornaba,
Escondida durante años,
El desplazarse la despertaba.

Bolsos al hombro,
Las penas quedan atrás,
Porque desde ahora,
Una aventura está por comenzar.

Que me llevará lejos,
A respirar aires de altura,
Con suerte me devolverá nuevo,
Recuperado de tanta amargura.

Una aventura íntima,
Desligada de diarias tensiones,
Pero no exenta de presiones,
Desconsuelo y otras emociones.

Porque el viajar pone a prueba,
Por un tiempo determinado,
Al más guapo de los hombres,
Al más osado de los sedentarios.