martes, 6 de abril de 2010

Rutina de invierno.

Los dias se acortan sin parar y uno va cayendo en la aplacadora rutina del invierno. La rutina no aparece de un día para el otro, la rutina tiene ese poder de ir entrando de a poquito, sin llamar la atención se va metiendo cada vez más y más en nuestras vidas hasta que cuando uno se da cuenta nos ha subyugado por completo. La rutina es como un camperón grande que uno tiene puesto y no se da cuenta lo que pesa hasta que intenta moverse con un poco más de rapidez que lo habitual. Y cuando uno finalmente se la saca de encima se siente súbitamente ligero pero débil, porque se ha desprotegido de la coraza al fin, pero no sabe bien que hacer porque esta muy aburrido.

sábado, 2 de enero de 2010

El diablo.

El diablo no tiene la piel roja, cara horrible y cuernos y barbita como un chivo. Esos son puro prejuicios de nuestra sociedad. El diablo no existe, es solo una vaga idea en nuestras mentes, impresa y bien machacada desde nuestro nacimiento, por gente que necesita alguna manera de controlar a otra gente. Y que herramienta mas efectiva de control que el miedo. El diablo es un hábil invención de los religiosos, para encontrar un chivo expiatorio, valga la redundancia, a las cosas malas o desafortunadas que suelen ocurrir a los seres humanos.

martes, 8 de diciembre de 2009

Mi ejercicio.

Abandonado el ejercicio de la escritura por un largo tiempo de ausencia del terruño natal, retomarlo parece tarea sencilla. Solo sentarse y revivir las viejas sensaciones, incomodidades e inseguridades de antes de partir. El partir sume una multitud de sentimientos en unos pocos momentos, genera vida, emoción, ansias y observación. Antes de salir uno comienza a reconocer verdaderamente, cuales eran las pequeñas cosas que disfrutaba cada día, los infimos actos y costumbres nuestras y ajenas que durante la mera existencia son pasados por alto sin chances de ser detectados por nuestra mente amansada por el día a día.
El partir genera vida, la travesía recuerda estar vivo, la llegada asemeja el fin.

domingo, 11 de octubre de 2009

Debe pensar en mí.

Cuando uno deja de soñar lo primero que recuerda son solo retazos de lo soñado, y desde ese momento pasa mucho tiempo tratando de acoplarlos uno con otro, de acomodarlos como un rompecabezas. Persiguiendo esos momentos que traigan el mìnimo recuerdo de lo soñado.
Cuando yo desperté esa mañana, lo único que recordaba era un leve movimiento de cintura, y por tanto lo relacioné con vos, lo primero que olfatié fue un aroma a cerveza rancia, y lo primero que tantié fueron los musculos de tu entrepierna.
Desde ese amanecer en consiguiente, mis despertares fueron tornándose cada vez mas largos, porque desde el momento en el que despierto, hasta el momento en el que dejo de pensar que no estás conmigo, noto que ha pasado un tiempo cada vez mas prolongado...
Cierta inquietud me perturba el pulso al tomar la taza de café cada mañana, cierta impericia al untar las tostadas, cierta amargura que me lleva a abusar del endulzante sin piedad.
Salgo disparado hacia la vereda y al poner un solo pie en la calle, siento una ausencia casi irremplazable e instinstivamente freno en seco, como congelado por un rayo y después retrocedo. Tanteo con resignación mi bolsillo trasero me aseguro de que traigo las llaves que me permitiran volver ese mismo día, pero después de una docena de horas, para volver a acostarme y soñar, que vos pensas en mí.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Enemigos.

A la vida hay que atacarla sin respiro y a los enemigos no. A los enemigos hay que atacarlos viviendo nuestra propia vida al máximo, y así humillarlos de tal manera que, cuando dentro de unos años vean su vida en perspectiva y la comparen con la nuestra, se darán cuenta que de nada aprovecharon vivir, porque no lo hicieron al máximo.
No tiene sentido empeñar energía en combatir a la gente, si tiene mucho sentido empeñar toda la energía en la marcha de nuestra propia existencia, y hacerla única.

sábado, 15 de agosto de 2009

Loca tarea de escribir.

Si bien la loca tarea de escribir diez minutos diarios se ha tornado estertórea en los últimas semanas, sobre todo debido a las ausencias de mi terruño natal y la dedicación exclusiva de mi escasa concentración a escribir unos desagradables cuentos cortos, cada tanto resulta muy grato volver a descargar sin ton ni son sobre la pantalla en blanco palabras abarrotadas de inseguridad, insalubres como mi estado de ánimo a veces, explosivas como la vida misma y desconcertantes como la sonrisa de esa niña desamparada que no acepta cobijo alguno de mi parte, maldita niña, a ver cuando el frío de la noche logrará escarcharla de tal modo que entre miradas de lamento y perdón, se decida a llamarme y decirme que tiene frío, que necesita una colcha, aunque sea una frazada o de última un abrazo mío, bien de madrugada.

sábado, 8 de agosto de 2009

Materialismo y sociedad.

Una vida simple afuera es una vida rica adentro, y viceversa, el presente lo demuestra a cada momento, sera que el crecimiento interior no necesita deslizarse sobre cuatro ruedas y que el espiritu, puede ser puro y libre sin estar vestido elegantemente.
Son cosas difíciles de comprender y explicar, porque nuestra sociedad nos la inculca durante el crecimiento, y así a la larga, uno terminar aceptándolas como verdades irrefutables.
Por eso el drama interno que significa descubrir un ligero tambaleo en estas creencias, y la infelicidad pero iluminación mental experimentada por el individuo que en un acto de osadía, o del destino quizás, resulta ser el descubridor.