domingo, 31 de agosto de 2008

El ambicioso desmedido.

No se detiene, sigue adelante, pateando puertas a su paso, desgarrando corazones sin mirar atrás, despues de todo hay crimenes que se deben cometer para llegar al fondo de nuestra existencia, hay cagadas que uno se debe mandar para vivir esta vida hasta las ultimas consecuencias.
Avanza como una locomotora sin control, vomitando vapor negro a su paso, derribando toda barrera y atravesando todo limite conocido.
No duda un momento, ve el hueco y se manda sin pensar, no le da el ancho pero se ajusta, se destruye a si mismo en el intento de ganar un status que le fue negado desde el nacimiento.
Cuando casi lo alcanza, se detiene un momento, se pregunta si vale la pena, si valió la pena sacrificar tanto para llegar casi hasta el final, pensamiento inocuo, porque a este punto no tiene opción de dar marcha atrás.
Su propia ambición lo ha empeñado en una lucha que ahora sabe no va a ganar, persiguiendo un objetivo que siempre se alejará un poco mas.

lunes, 25 de agosto de 2008

Más barbarie en la tv.

Recuerdo, haber posteado hace poco algo sobre como en los medios, los casos de violación de menores son reflejados siempre desde la óptica del abusador y no de la victima. Bueno, me parece que me equivoqué.
El sábado a la noche me sorprendí sobremanera al ver un informe en un programa de tv, relacionado con el caso Grassi, y en el que aparecía un niño indigente llorando y acusando a su padre de haberlo manoseado.
La verdad me causo mucha tristeza, pero lo que más me sorprendió debo reconocerlo, y esta vez gratamente, fue el comentario que el invitado del programa, el filósofo Tomás Abraham, hizo una vez terminado el informe.
Impecable, las palabras justas en el momento justo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Corriendo atrás de lo nuevo.

No me considero un nerd realmente, conozco algo sobre nuevas tecnologías y no me da pena confesarlo, total, ahora a los tipos que saben algo de computadoras no se los toma más de punto en la escuela secundaria, porque ahora casi todos saben de computadoras.
Cualquiera que tenga una mínima idea del tema se dará cuenta de lo rápido que avanzan los fabricantes de chips, memorias, monitores, etc.
A quién no le pasó de comprar una PC y a la semana ver como esta ya es parte de la prehistoria, siendo, en caso de querer revenderla, infinitamente más satisfactorio sacarla a la vereda y ver la cara de asombro del recolector, que venderla y sacar una ganancia de dos mangos locos.
Los dual core, tri core, cuadri core y no se cuanto más, los doscientoscincuentaseis, quinientosdoce, un giga y no se que demonios, las diecisiete, las diecinueve y las cincuentaychoto pulgadas, ¿hasta cuando?.
Ahora me pongo a pensar que con el tiempo, va a pasar como con los coches, que ahora los más buscados son los minimalistas, chiquitos y austeros, que aunque tengan poca performance sean fieles y poco consumidores de energía.
Eso es lo que irremediablemente tiene que pasar con las computadoras, esta loca carrera no puede durar por siempre.

viernes, 15 de agosto de 2008

Un país en pañales.

Si uno trata por un segundo de retroceder en el tiempo hacia los ya lejanos meses de invierno del año 2001, se encontrará, sin dudas, con un panorama aterrador.
Precios sin control, inversores poniendo pies en polvorillas, alarma en voz baja de los organismos internacionales y toda clase de advertencias desoídas, que hacían preveer un desenlace fatal. Como el que finalmente se dió en el caluroso mes de diciembre de aquel año, cuando el helicóptero presidencial levanto rápidamente vuelo desde el techo de la casa rosada, ante las miradas atónitas de la caballería montada, que interrumpían por un segundo su espiral de violencia para observar al cielo.
Ya han pasado mas de siete años desde entonces, muchos presidentes, unos tantos escándalos y la rueda vuelve a girar, otra vez la inflación está entre nosotros, los grupos extranjeros se escabullen silenciosamente con el pan bajo el brazo y los Chicago Boys lanzan apocalípticos pronósticos para un país que conocen de oídas y les resulta imposible apuntar en un mapa.
Y nosotros, apenas si nos preocupamos, seguimos con el ritmo diario, total después se verá que hacemos, saldrán las cacerolas en los barrios mas paquetos de la ciudad autónoma, después nosotros aquí en el interior romperemos algunos vidrios, los medios internacionales haran hincapíe reflejando la debacle, y la historia volverá a repetirse.
Pero apenas si nos preocuparemos, porque somos un país todavía inmaduro, somos una pequeña nación en pañales.

martes, 12 de agosto de 2008

La lógica del poder.

El poder es lindo, se disfruta a cada segundo, el poder se siente, se aprovecha, el tener poder no es del todo malo, solo tiene un punto negativo, es adictivo.
Tener poder es querer tener más poder.
Hay dos tipos de poder, el colaborativo y el dominativo, o “poder con”, o “poder sobre alguien”,
El “poder con” es estable, pero “poder sobre alguien” no lo es.
No es que la clase dominante o gobernante quiera más opresión, dinero o riqueza cada vez, sino que la naturaleza misma del poder dominativo, demanda que una vez que uno lo tiene, debe continuar incrementándolo, o corre grandes riesgos de perderlo.
Un buen diagnostico para definir el “poder sobre alguien” es aplicarle el concepto usado tantas veces en economía, “lo que no crece, muere”.
Un sistema de dominación tiene que crecer para no morir, un sistema libre, en cambio, puede permanecer indefinidamente del mismo tamaño.

domingo, 3 de agosto de 2008

Prejuicios y estereotipos en profundidad.

Los prejuicios no ayudan en nada, eso se da por descontado.
Un prejuicio, como la palabra lo indica, es un juicio formado con premeditación, o sea, un juicio no del todo válido.
Los prejuicios actúan justo en el medio, entre el pensamiento recién originado y el resultado final, el prejuicio agarra al vuelo el pensamiento y le imprime ese giro personal, que en ciertas personalidades extremas puede originar resultados peligrosos.
Estos vienen a ser primos cercanos de la ignorancia, por eso casi siempre tratar de alejarnos de los primeros, nos llevará inevitablemente a desvincularnos de la pesada herencia de la segunda.
Pero no siempre resulta sencillo esto, ya que nuestra sociedad, mediante las enseñanzas que se nos inculcan desde el nacimiento, va estampando lenta pero progresivamente diferentes estereotipos en nuestras mentes.
Los estereotipos nos ayudan a englobar fácilmente cosas, porque en la limitada habilidad cognitiva de los humanos, agrupar cosas es más sencillo si son parecidas, lo que resultaría imposible sin la ayuda de los estereotipos.
Ahora, del estereotipo al prejuicio hay una diferencia ínfima, los estereotipos pueden a veces ser benevolentes, los prejuicios son siempre malvados.