sábado, 25 de abril de 2009

El buscador de aventuras.

Porque cada cosa a la que uno debe recurrir,
Se hallan siempre ubicadas allá,
En el rectángulo blanco tintineante,
Debajo del logo de google.

Porqué una cosa al principio tan inocente,
Puede en unos pocos años tornarse un monstruo tan indecente,
Engulliendo en su avecinar fatidico,
A identidades sin dudar desprevenidas de su caótico avance.

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenísimo. Super original, je.