Siguiendo con esta serie de prácticas diarias del difícil ejercicio de la imaginación, y por supuesto lo espléndido que sería poder empezar a ejercer cierto control sobre ella.
Quiero decir, no que ella venga y se vaya cuando se le dé la gana, sino que venga y no se vaya en los momentos en que verdaderamente la necesito.
Por que se muy bien que una vez que ella llegue me ayudará en la descarga de las culebrinas, ya a esta altura humeantes apuntando a la pantalla.
Una vez que ella esté acá será para mí de gran utilidad su aura de invencibilidad, su contagio impulsivo de ideas alocadas, de explosión sin control.
Ojala llegue pronto y amparada en la oscuridad de mi entorno, tome posesión de mi razonamiento, imprimiendole ese giro adecuado y necesario de espontaneidad.
lunes, 25 de mayo de 2009
La inspiración.
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5 comentarios:
Es la musa que no avisa.
Gracias por tus palabras.
a veces tiene mala actitud y me abandona cuando quiero que este junto a mi... ultimamente la aprovecho para viajar en colectivo.. y despues dibujar mucho.. sese...
Proximo titulo de post: la incomprendida.
Besos!
Ay pero qué lindo.
La Mamá de Estornudo.
me gustó !
Saludos.
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