martes, 25 de noviembre de 2008

Van cayendo los chorlitos.

Bueno, como todos ya se habrán enterado, nuestro país ultimamente se convirtió en puerto de salida y ruta de parada para la inofensiva efedrina, que desde aquí se reparte a Mexico y Europa.
Y como todos también se habrán enterado, a menos que uno via dentro de un sótano, empezaron a caer varios "empresarios" presos, que osaron violar la ley más sencilla del negocio. "No se debe ostentar con dinero que no se puede justificar".
Y claro, como pensaban no levantar sospecha, si uno se compra dos Hummer, un Rolls Royce, anda vestido con cadenas de oro, y todo eso bajo la cobertura de exportar bananas, si, bananas desde Rosario.
Y por si fuera poco me enteré de otro mamarracho que en General Rodriguez andaba con una camioneta con patente de Florida (Usa), credenciales truchas del SWAT (fuerzas especiales de USA) en la billetera y sacandose fotos con famosas.
Y sí querido, se lo merecen, quedense a vivir adentro, selección natural se llama.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Dos asientos para la gorda...

En Canadá, si usted sufre de obesidad y planea tomar un vuelo, tiene derecho a exigir dos asientos por el precio de uno.
Entonces, ¿no tendríamos que darles también doble ración de a bordo, grandes botellas de whisky a los alcoholicos, y heroína a los junkies?

Cuando la realidad alcanza la ficción.

Quién haya visto o leido Jurassic Park habrá pensado en un primer momento que revivir una bestia prehistorica era sólo cosa que en la ciencia ficción podría ocurrir.
Ahora parece que sería posible.
Ese, sería el mejor homenaje para ese escritor, Michael Crichton, recientemente fallecido, que desde la ficción siempre hizo lo posible para acercarse a la realidad, y hasta lo logró.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Mucha pasión mató a la pelota.

Como no aficionado al futbol, o mejor dicho, aficionado arrepentido o vendido a otras actividades aeróbicas menos contaminadas, cada tanto uno se pone a buscarle un significado a la barbarie en la cual se ha transformado un deporte que supo ser un mero pasatiempo.
Tanto en las tribunas como en las mesas de reuniones de las instituciones, pasan cosas extrañas, en las primeras, la gente se ataca una a otra y desgañita casi siempre con insultos, sobre las segundas, se mueven fortunas, influencias y campañas políticas.
Que fue lo que contribuyó a que un deporte, que al parecer es una palabra proveniente del latín “deportarse”, que significa “divertirse”, tome ribetes tan extremos transformandose en un monstruo incapaz de generar diversión.
El futbol despierta pasiones, de eso no hay duda, y en alguna gente extrema, despierta sentimientos extremos, el futbol, termina transformándose en una especie de anestesia de los pueblos, y como tal, comienza a ser utilizado como herramienta por las clases dirigentes.
Pero, difícil será pensar en una solución en un país en el cual, el presidente de la asociación futbolística maneja un presupuesto varias veces mayor al de cualquiera de sus provincias.
Por ahora, la única respuesta parecería ser volver al campito, donde el pan y queso mata al dinero y donde nadie mariconea en poner la pata fuerte sin estar asegurados antes.
Ah, también por supuesto queda la opción de volcarse a otros deportes.

jueves, 13 de noviembre de 2008

No veo la hora.

Hace mucho tiempo que no volcaba ninguna escritura de descarte en este espacio, y es que últimamente leo más de lo que escribo y al parecer eso es positivo, pero por supuesto la lectura también tiene sus síntomas negativos, sobre todo afectando la vista del desgraciado lector.
Observando unos arboles el otro día, de repente comencé a ver colores por todos lados, que daban vueltas en circulos, y por un momento casi me caigo de culo, me froté los ojos y seguía viendo colores y más colores, sin haber ingerido ningún tipo de estimulante previamente, me pregunté que podía estar pasando,y como no ,la respuesta la tiene Internet otra vez.(¿se escribe con mayuscula?), se llama migraña visual y acá les dejo un enlace a una pagina donde pueden ver una animación bastante acertada de lo que se siente.
No sé si tiene cura...